MANUSCRITOS.
Antiguamente nuestro Libro Sagrado existía no como conocemos ahora a la Biblia, existía de diferentes maneras, según el tiempo y el espacio, correspondía una técnica diferente, mismas que analizaremos a continuación.
Los manuscritos antiguos, por supuesto, no tenían páginas como el libro que tenemos hoy. Para escribir el Antiguo Testamento, se usaron tablas de madera y de barro. También se usaron cueros de animales y luego se enrollaban en lo que hoy conocemos como rollos o pergaminos .
Manuscrito proviene del Griego “Manu Scriptus" que quiere decir, escrito a mano.
No se usaban lápices ni plumas como las que hoy usamos. Debido a que no todo mundo sabía leer y escribir se consideraba digna a la persona que sí sabía hacerlo. Estar presente cuando algún sacerdote leía el Texto Sagrado, era algo deseado por todos. Incluso se consideraba digno al Pueblo o al Templo que contara con algún ejemplar de esos manuscritos. Y hoy, en lugar de sentirnos dignos de poder leer la Biblia, de sentirnos dignos de tener una Biblia en nuestra propia casa, ni siquiera la tenemos.
Como se le respetaba antiguamente a los manuscritos, para algunos era algo privilegiado por lo menos ver un de esos, escuchar su contenido era lo máximo. Con que vehemencia se defendía cada uno de esos rollos o pergaminos, por ejemplo en tiempos de las cruzadas, cuando los rebeldes o los impuros saqueaban los templos de oración, había personas que incluso sacrificaban su vida a costa de que no cayeran en esas manos impuras. A diferencia de lo que hoy hacemos con nuestra Biblia. Pues ahora la consideramos como un libro más, como cualquier otro libro, no la cuidamos, se nos pierde, a veces ni la leemos, y en el peor de los casos hasta se nos olvida que tenemos Biblia. Se imaginan el valor que hubiese representado el hecho de que la humanidad del Mundo Antiguo contara con Libro Sagrado al igual que lo tenemos hoy.
No fue hasta alrededor del año 1456 cuando el Sr. Gutenberg inventó la imprenta y se pudo imprimir el primer libro: por supuesto que fue ¡LA BIBLIA!. A partir de esa época se proliferó la lectura de la Biblia en todo el mundo.
Antes de la imprenta, los Escribas o Copistas eran los encargados de literalmente copiar palabra por palabra, letra por letra, nuevas Biblias a partir del pergamino, tabla o cuero que se tuviera a disposición. "Este saludo es de mi propia mano; Pablo. Es la contraseña en todas mis cartas. Esta es mi letra." (2 Tesalonicenses 3:17).
Las copias de estos pergaminos eran por tanto muy escasas. Si un copista se equivocaba, muchas veces se recurría a destruir la copia completa para no arriesgar la integridad de la Palabra. La "copia" más antigua que se posee del texto original del Antiguo Testamento es llamada "Texto Mesorético", de alrededor de 900 años antes de Cristo. Ese es el texto que todavía hoy tenemos del Antiguo Testamento.
Para los tiempos de Cristo ya se usaban métodos más modernos y Pablo por ejemplo menciona la pluma que usaba para escribir y rollos que usaba para estudiar (Ver 2 Juan 12, 3 Juan 13 y 2 Timoteo 4:13) . Sin embargo, los libros del Nuevo Testamento están también escritos en rollos (Lucas 4:17), pergaminos o papiros, un tipo primitivo del papel que hoy usamos. Es más tal parece que ya incluso recopilaban esos papiros y de alguna manera los unían, simulando lo que ahora conocemos como Libro: "Jesús hizo muchas otras cosas, si se escribieran una por una, creo que no habria ligar en el mundo para tantos libros." Juan 21:25. (Jeremías 24:13).
De las cartas y textos originales del Nuevo Testamento no sobrevive NI UN SOLO de los originales. Lo que hoy tenemos son copias de copias de copias. Aquí están las copias o versiones más conocidas del Antiguo Testamento:
1. La Septuaginta: Significando "Setenta". Esta es la copia más antigua y la más popular. Esta fue una traducción griega que fue desarrollada para que los judíos que no hablaban Hebreo y nacidos bajo la influencia del Imperio Helénico de Alejandro Magno, que hablaba Griego, entendieran la Palabra de Dios. La Septuaginta solamente contiene el texto del Antiguo Testamento. Data de alrededor del Siglo III Antes del Cristo.
2. La Siriaca, escrita en Arameo, el lenguaje de Siria es la segunda versión más antigua. Es la misma Septuaginta con algunas revisiones.
3. La Samaritana, similar a las otras y escrita para los judíos mezclados con otras razas, llamados Samaritanos. Copias de esta versión todavía existen en Nablus, Palestina. Existían otros textos, pero estos son los más importantes de los que contenían el Antiguo Testamento.
4. La Vulgata, es una traducción de la biblia al latin vulgar, realizada a principios del siglo V por San Jerónimo por encargo del papa Damaso 1 en 382. La versión toma su nombre de la frase vulgata editio (edición para el pueblo) y se escribió en un latín corriente en contraposición con el latin clásico de Cicerón, que San Jerónimo dominaba. El objetivo de la Vulgata era ser más fácil de entender y más exacta que sus predecesoras. Esta versión es la que actualmente usamos, puesto que solemnemente declarada como auténtica en el Concilio de Trento (1546).
Con respecto al texto del Nuevo Testamento debemos decir que TAMPOCO existen los documentos originales escritos por los apóstoles y otros. La "copia" de un fragmento correspondiente a Juan 18 y que contiene solamente 5 versos, es lo que más se acerca a alguno de los textos originales. Se calcula que su edad data de entre el año 90 y el año 100 después de Cristo.
Esto es impresionante si tomamos en cuenta que Juan escribió el último libro de la Biblia entre el año 96 y 100 después de Cristo. Existen MILES de fragmentos y copias parciales de todas las cartas pastorales, Hechos de los Apóstoles y Evangelios. Ninguno es el original y hoy se encuentran en posición de distintas organizaciones y museos quienes los usan para comparar unos con otros y verificar que el texto que hoy tenemos es lo más fidedigno posible.
Con respecto a cualquier duda que una persona pueda tener con respecto a la fidelidad del texto que hoy tenemos con respecto a los originales, escuche las palabras del arqueólogo más famoso de la historia, Sir Frederic Kenyon:
"El intervalo entre las fechas de la composición original y los fragmentos existentes es tan ínfima que no debe siguiera considerarse, y la duda de que tengamos la Escritura substancialmente alterada debe ser totalmente removida de nuestras mentes. Tanto la integridad como la autenticidad de los libros del Nuevo Testamento puede ser considerada finalmente establecida." - Sir Frederic Kenyon, "La Biblia y la Arqueología".
Cuando los romanos venían en camino a ocupar palestina, una comunidad religiosa establecida en un lugar llamado Qumran (del 150 Antes de Cristo al 70 después de Cristo) entendió que para mantener los escritos guardados para la historia, debían proteger lo que apenas hace 55 años se encontró: Los Pergaminos del Mar Muerto. Estos han confirmado que el texto del Antiguo Testamento que ya teníamos es exactamente lo que ellos tenían en los años en que Jesucristo caminó en Palestina.
Existen otros documentos muy antiguos (del 190 al 400 después de Cristo) que se encuentran en distintos museos, universidades y en el Vaticano. Todos estos documentos han sido analizados por fuentes imparciales y todos confirman que lo único que difiere entre ellos es algunas letras y algunas palabras que por el método utilizado para copiar de copias, es imposible que no hayan existido mínimos errores humanos. Estos errores, sin embargo, no comprometen en lo más mínimo el mensaje global de la Biblia.
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