VENERAR A LOS SANTOS.

Este tema es uno de los que causan más controversia entre católicos y hermanos separados de nuestra iglesia, desafortunadamente en ocasiones los argumentos que poseemos al respecto quizá sean pocos, y ellos con su “Basto Conocimiento” llegan en ocasiones a confundirnos y en el peor de los casos derribar nuestras convicciones como católicos, y todo porqué, por no tener los conocimientos propios para defendernos ante ellos y poder así, defender y sobre todo mantener nuestra fe.

Es por ello que a continuación se presenta un concentrado de conceptos y citas bíblicas que nos permitirán discernir cada uno de los puntos controversiales presentados, como son: LA IDOLATRIA, LA ADORACIÓN Y LA VENERACIÓN, porque quizá estemos confundidos y creamos que los tres términos significan lo mismo, o que nuestros hermanos separados se aferren en hacernos creer que es lo mismo y propiciar en nosotros la duda. Con la finalidad de que los comprendamos e interpretemos apropiadamente, y al mismo tiempo conocer algunos puntos relevantes sobre la santidad.

IDOLATRIA. UN ÍDOLO ES UNA REPRESENTACIÓN DE ALGO EN LOS CIELOS O EN LA TIERRA, HECHA CON EL PROPÓSITO DE RENDIRLE CULTO.  LA IDOLATRÍA CONSISTE EN HONRAR A LAS CRIATURAS EN LUGAR DE AL CREADOR. Los ídolos son una cosa abominable para Dios (Exo. 20:4-5, 2 Cor. 6:16).. En sentido amplio, según la Biblia la idolatría no requiere una imagen material ni un sistema religioso desarrollado. Puede ser cualquier cosa que toma el lugar que le pertenece sólo a Dios; así, Pablo llama "idolatría" a los malos deseos y a la codicia (Col. 3:5-6). Es denunciada y prohibida por Dios en los Diez mandamientos, y considerada una forma de adulterio o fornicación espiritual. Los idólatras serán condenados al castigo eterno (Apoc. 21:8; 22:15). Cuando nos convertimos por la fe en Jesucristo, pasamos de adorar ídolos a adorar a Dios (1 Tes. 1:9).

ADORACIÓN. ES SOMETERSE POR COMPLETO A UNA PERSONA RECONOCIDA COMO SER SUPREMO…. Es la obligación que toda la creación de Dios tiene, de darle a El todo honor, gloria, alabanza y Honra porque El es el santo y divino Creador. La adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat. 4:10; Apoc.22:9). Jesús, siendo Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9), recibió justamente adoración (Mat. 2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6).

VENERACION. ES RENDIR HOMENAJE A UNA PERSONA POR ALGUN MÉRITO ESPECIAL, Y ES LA QUE SE ATRIBUYE A LOS ANGELES Y SANTOS. Como ejemplo, podemos mencionar la intervención de La Virgen María, para que Jesús, antes de tiempo, hiciera su primer milagro, ese es solo un ejemplo para recordarnos que Venerar a la Virgen María, por medio de la intercesión, pedir por nosotros o por algún ser querido. Que es lo que hacemos en la actualidad ya sea a la Virgen María o a los demás Santos. (Juan 2: 1-11).

Santificar, Santificación
     Santificar significa separar, poner aparte para un uso sagrado. Dios santificó a Israel como Su propia y especial nación (Eze. 37:28). La santificación puede aplicarse a la gente (Exo. 19:10,14) a un monte (Exo. 19:23), al día del Sabat (Gén. 2:3), y de hecho toda cosa creada es santificada a través de la Palabra de Dios y de la oración (1 Tim. 4:4).
     Dios nos ha separado a los cristianos para santificación, no para impureza (1 Tes. 4:7) y como santos somos llamados a realizar buenas obras (Efe. 2:10). Los cristianos que conforman la Iglesia son llamados la "nación santa" del nuevo pacto (1 Ped. 2:9). Los cristianos son llamados a santificar a Cristo como Señor en sus corazones (1 Ped. 3:15).
     Para el católico, la santificación sigue a la Justificación. En la justificación, nuestros pecados son completamente perdonados en Cristo, en un acto único y definitivo. A esto le sigue la santificación, que es un proceso por el cual el Espíritu Santo nos guía para parecernos cada vez más a Cristo en lo que pensamos, deseamos, decimos y hacemos. La verdadera santificación sería imposible sin la obra expiatoria de Cristo en la Cruz, pues es imprescindible que nuestros pecados sean perdonados para que podamos andar en el camino de una vida santa. (Isaias 1:18)

Santo, santidad
     La santidad es la cualidad de perfección, impecabilidad e incapacidad de pecar que, en sentido pleno, es poseída solamente por Dios. Conlleva la noción de separación de todo cuanto es pecaminoso o impuro. Como cristianos, somos llamados a ser santos (1 Ped 1:16). Sin embargo, esto no implica un cambio en nuestra naturaleza; no será sino hasta que alcancemos el estado eterno por medio de la resurrección que alcanzaremos un estado de perfecta santidad. El llamado a la santidad en esta vida es un mandamiento de Dios a poner en práctica con respecto a nuestros pensamientos, costumbres y acciones. Hemos de ser santos en obediencia a Dios, que es tres veces Santo (Isa 6:3) y Rey de los santos (Apoc. 15:3). Dios nos ha hecho santos a través de Su Hijo Jesucristo (Efe. 1:4; 1 Ped. 2:9). Nos ha separado para servirle y adorarle (Juan 17:17,19; 1 Tes 5:23; 2 Tes 2:13). Por esta razón, los creyentes son denominados con frecuencia "los santos" (Dan 7:18-27; Rom. 1:7; 8:27;)

Dentro de nuestra Fe Católica existe un sinfín de Santos, y que como te diste cuenta  en las citas anteriores, fueron personas como tu o como yo. Y que al igual que tu y que yo, podemos llegar a ser Santos. Si tal es nuestra voluntad y Fe, podemos Santificarnos por medio de la Resurrección, para lograr la vida eterna y la Perfecta Santidad. Pero también existe otro medio para Consagrarnos como Santos, eso dependiendo de nuestros actos, de nuestras convicciones, de la magnitud de nuestra fe,  del servicio que prestamos a Dios y a nuestro Prójimo, tomando como Ejemplo a Cristo Jesús y a la gran Cantidad de personas que lo tomaron como ejemplo, tanto hombres como mujeres, que gracias a la Canonización han alcanzado ese estado de Santidad.

En este caso es donde podemos ejemplificar de manera rotunda los términos que establecimos al inicio de este articulo, La supuesta Idolatría que nos atribuyen nuestros hermanos separados, es Veneración que ofrecemos a los Santos, es cuando homenajeamos sus obras, sus acciones, pedimos su intercesión por nosotros, y en ocasiones les pedimos nos concedan algún milagro, y que nuestra Fe hacia ellos se incrementa más cuando sucede lo que pedimos a ellos. No es idolatrarlos, es recordarlos, como cuando por ejemplo recordamos y homenajeamos a los Niños Héroes de Chapultepec, los recordamos y celebramos con honor, con orgullo, de la misma manera es que nosotros Veneramos a nuestros Santos. Sí Adoramos, pero única y exclusivamente a  Dios.

Ahora que si de plano nos insisten en que las imágenes de esos Santos y los “Ídolos” (Refiriéndose a los santos  de madera o de yeso) nos sirven para Adorarlos y/o para idolatrarlos, pues entonces tenemos que mostrar el mejor argumento de todos. El que no deja lugar a Dudas, ya que nosotros mismos, los seres humanos somos la Viva Imagen de Dios, si en efecto, fuimos Creados a su Imagen y Semejanza. Cómo entonces no va estar permitido por Él mismo de que nosotros Veneremos a esos Santos, comprendiendo que la ÚNICA forma de conocerlos, que la vía más accesible de si quiera imaginarlos, es mediante los cuadros, alguna fotografía, algún dibujo, o alguna figura elaborada a semejanza ya sea en madera o yeso. Pero no con el fin de idolatrarlos, mucho menos de Adorarlos, es más, ni siquiera les llamamos ídolos o Dioses, les llamamos por su nombre: San Juan, San Isidro, Santa Maria, San Pablo, etc.

Incluso es tal el grado de veneración, que un día cada año, se les ha designado para venerarlos en todo su esplendor, se le ofrecen danzas, música, ofrendas, etc, pero en ningún momento, es más ni siquiera pasa por nuestras mentes, que ellos, los Santos, sustituyen a Dios, tal y como lo afirman nuestros hermanos separados. Y más bien yo a ellos les diría, que si verdaderamente no les gustan las imágenes, ni creen ni veneran a los Santos, pues entonces veo muy difícil el hecho de que  acepten que al igual que todo ser humano somos imagen de Dios, me gustaría mucho saber de que se van a Disfrazar, para no ser la imagen de Dios, acaso de pez, de ave, no sé. Descubrámoslo juntos:

“Dios Dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, que mande a los peces del mar y a las aves del cielo, a las bestias, a las fieras salvajes y a los reptiles que se arrastran por el suelo. Y CREÓ.  DIOS AL HOMBRE A SU IMAGEN. A IMAGEN DE DIOS LO CREÓ. MACHO Y HEMBRA LOS CREÓ.” Génesis 1:26-27.