ANTECEDENTES DE LAS SANTAS ESCRITURAS.

Como precedente a este articulo voy a mencionar  lo que a menudo ocurre con nuestra Santa Biblia, cuando nos preguntan nuestros hermanos separados: ¿Tienes Biblia?,  en el peor de los casos no la tenemos,  pero a menudo decimos que sí. Pero creo que no es suficiente que la tengamos en casa, debajo de la cama, en el cartón de las cosas que ya no usamos o en el mejor de los casos guardada, si no la leemos, si no la estudiamos, si nos da "flojera" leerla o no "Tenemos tiempo" al menos hagamos el intento de prepararnos y tomarnos un Té de Hojas de Biblia, para ver si aprendemos algo de ella, o que la pongamos en la mesa y ponemos nuestra frente sobre el Libro Sagrado para ver si por Ósmosis adquirimos el conocimiento, tampoco es suficiente verdad. Ah, pero que pasa cuando alguno de nuestros hermanos se separa de nuestra iglesia, ahora si se convierte "divinamente" en un maestro de la biblia, un verdadero especialista en esos cuantos versículos que domina a la perfección, porqué ese cambio tan radical.

Ahora si entremos en materia; en primer lugar debemos decir que la Biblia es la Palabra de Diós, que en un principio o básicamente en el Antiguo Testamento, la palabra fué manifiesta a través de los profetas y por medio de Jesús en el Nuevo Testamento. (Hebreos 1:1-2) (Hechos 1:1-2).

La Revelación es la forma que Diós nos enseña y nos manifiesta su palabra, su voluntad acerca de su salvación. Revelación viene de la palabra "Revelar", que quiere decir quitar el velo o descubrir. Existen dos tipos de Revelación, la Natural y la Sobrenatural o Divina.

La Revelación Natural se manifiesta mediante las cosas creadas:

      "Todo aquello que podemos conocer de Diós debería ser claro para ellos. Diós mismo se lo manifestó. Pues si bien a él no le podemos ver, lo contemplamos, por lo menos, a través de sus obras puesto que él hizo el Mundo, y por ellas entendemos que él es eterno y poderoso, y que es Dios." Romanos 1:19-20.

La Revelación Sobrenatural o Divina se realizó mediante los antiguos profetas, a los apóstoles (Gálatas 2:1-2)  y de una manera perfecta y definitiva mediante Cristo mismo, El Hijo de Dios.

       "En diversas ocasiones y bajo diferentes formas, Diós habló a nuestros Padres, por medio de los Profetas, hasta que, en estos días, que son los últimos, nos habló a nosotros por medio de su Hijo." Hebreos 1:1-2. (2 Pedro 1:20-21).

Sabemos que el Evangelio de Jesús fué puramente oral, y posteriormente sus sucesores comenzaron a escribir lo que Jesús HIZO Y ENSEÑÓ, lo cual conocemos como Evangelio, y que definitavemente no fué escrito por sus discipulos la totalidad de su Obra porque:    

"Jesús hizo muchas otras cosas, si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros." Juan 21:25.

Ahora bien, en base a esta información, entendemos que La Palabra de Dios, plasmada en las Santas Escrituras, tiene su valor histórico y autoría atribuible a los profetas y los discipulos de Jesús. Y mucho más aún con los siguientes argumentos:

         "Varias personas han tratado de narrar las cosas que pasaron entre nosotros, a partir de los datos que nos entregaron aquellos que vieron y fueron testigos desde el principio y que, luego se han hecho servidores de la Palabra." Lucas 1:1-2.

          "Todos los textos de la Escritura son inspirados por Dios y son útiles para enseñar, para rebatir, para corregir, para guiar en el bien." 2 Timoteo 3:16.

            "Sepanlo bien: nadie puede interpretar a su gusto una profecia de la escritura, ya que ninguna profecia proviene de una desición humana, sino que los hombres de Dios hablaron movidos por el Espiritu Santo." 1 Pedro 1:20-21.

              "Y sabemos que todo lo escrito en tiempos pasados se escribió para nuestra instrucción, a fín de que mantengamos firme la esperanza mediante la constancia y el consuelo que infunden las Escrituras." Romanos 15:4.

Asi pues, la misma Biblia nos dice que las personas que habían recibido estas revelaciones tenían la curiosidad de saber cuándo y en qué circunstancias ocurriría lo que ellos mismos han revelado, por lo cual a su vez, se les confirmaba de alguna manera que esos hechos no ocurririan en sus tiempos, sino más bien en tiempos venideros que ellos ya no presenciarían en vida. (1 Pedro 1:11-12).

En la actualidad proliferan mucho los "Profetas" que aparentemente tienen "Revelaciones Divinas" y que les "mandan" a cumplir ese mandato revelado, formando su "Nueva Iglesia" a gusto y placer, convenencieramente, justificando sus tendencias e interéses propios con argumentos supuestamente proféticos. Razón por la cual nos hacen esta advertencia: 

"Queridos mios, no se fíen de cualquier inspiración. examinen los espiritus para ver si vienen de Dios, porque muchos falsos profetas andan por el mundo." 1 Juan 4:1.

Y esos falsos profetas existen hoy día, ultrajando las escrituras a diestra y siniestra, pero veamos que Dios es perfecto, y por consecuencia su palabra también es perfecta, porque: 

"No se puede ni quitarle ni agregarle nada, no se pueden escudriñar las maravillas del Señor." Sirácides 18:6.